Dicen que el tiempo acomoda todo y Pampita está viviendo su momento. Serena y tranquila, realizada, Pampa observa, a diez años del escándalo del motorhome, cómo la China Suárez se saca los ojos con Benjamín Vicuña, a quien en los últimos días escrachó con un posteo en el que lo acusó de pésimo padre y, de paso, de adicto.
Para la modelo, la China cruzó un límite con el actor, y aunque nunca se la va a escuchar hablar mal de la madre de los hermanitos de sus hijos, decidió saltar una vez más en defensa de Vicuña, quien el 9 de julio fue a una comisaría a denunciar impedimento de contacto tras no poder ver a Magnolia y Amancio durante horas.
“Benjamín es un excelente padre, se desvive por sus hijos, son la luz de sus ojos, el motor de su vida, y mis hijos lo aman y lo admiran. Y eso es lo importante”, aseguró Pampa ante el móvil de A La Tarde (América) desde el Aeropuerto de Ezeiza en su vuelta de Estados Unidos tras viajar para ver a su novio Martín Pepa.
Muy seria, la modelo aseveró, cruzando a la China: “Yo estoy diciendo la verdad, estoy muy segura de lo que digo y de lo que sienten mis hijos por su papá. Tenía que decir la verdad. “Mis hijos, por suerte, saben bien quién es su papá y eso es lo único que importa”.
Pampita sin embargo no quiso meterse en el barro y opinar directamente sobre lo que hizo Eugenia Suárez antes de partir a Turquía sola con Mauro Icardi y re caliente porque Vicuña le revocó el permiso de viaje permanente para sus hijos a último momento.
“Yo no tengo nada que ver en este tema. Solo contesté en nombre de mis hijos, porque ellos son menores de edad y no pueden dar su versión sobre su papá. Y nada más”, lanzó. Asimismo, la modelo insistió en que no tiene nada malo para decir sobre Benjamín como papá sino todo lo contrario. “Siempre mantuvimos la crianza compartida. Hablamos todos los días, prácticamente», dijo.
Y agregó: «Con tantos hijos que tenemos siempre hay muchos temas de rutina, de organización. Los días que yo viajo están con él. Nos hemos apoyado en nuestras carreras por viajes de uno y del otro. Nos hemos acomodado a lo largo de la vida en los proyectos personales de cada uno. Como papás, siempre priorizando a los chicos. Es lo único que nos importa. Hay que cuidar la cabeza de los chicos, es lo que nos corresponde como adultos”.