El peronismo vivió una noche de cierre de listas en la provincia de Buenos Aires que se tensó al borde de una ruptura. Fuerza Patria, el frente que armó el justicialismo para intentar aglutinar a los sectores identificados con Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, era una estructura a punto de desmoronarse, al filo del cierre del plazo para presentar las candidaturas en las ocho secciones electorales y los 135 distritos bonaerenses. No obstante, con el plazo ya agotado y con un pedido de prórroga de dos horas para cerrar los nombres, el PJ definió, entre otros, que irá con Gabriel Katopodis en la primera sección y con Verónica Magario en la tercera.
El choque entre los grupos había detonado un armado de listas propias del kicillofismo y del cristinismo. Cerca de la medianoche del sábado, en el peronismo se hablaba de un armado de listas “preventivo” por si el frente se hundía. El kicillofismo se agrupaba por su parte y el cristinismo por la suya. El massismo parecía quedar del lado cristinista en caso de ruptura, aunque en sus filas insistían con la unidad “para ganarle a [Javier] Milei” y subrayaban que Massa “habla con todos los sectores”. Fue recién en los primeros minutos del domingo que el peronismo comenzaba a acomodar los tantos en busca de hacerlo. Massa, Kicillof y representantes de Máximo Kirchner negociaron el armado que finalmente se empezó a dar a conocer a través de las redes oficiales de Fuerza Patria.
En los posteos que se realizaron desde las 3.42 y 3.43 se confirmó la postulación como candidato a diputado provincial del ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, para la primera sección electoral del cordón norte del conurbano. Mientras que se la vicegobernadora Verónica Magario correría para la tercera sección electoral, el principal bastión del peronismo. Unos minutos más tarde (4.03) se añadió otro nombre: Alejandro Acerbo, intendente de Daireaux, encabezará el listado de la sexta sección. En tanto, 4.27 se definió que la dirigente social Fernanda Raverta irá en la quinta sección.
Las conversaciones en Fuerza Patria se interrumpieron alrededor de las 19, cuando los rumores sobre una ruptura de la alianza comenzaron a rodar con insistencia. Fuentes de las tres vertientes que negociaban las candidaturas admitieron a LA NACION que las negociaciones en La Plata se habían cortado. “Explotó todo”, fue una de las frases que utilizó un dirigente de los que integran la tropa del gobernador. “Está todo roto”, fue la expresión coincidente de dos leales a Cristina y Máximo Kirchner. Un hombre del massismo también admitió que la negociación se cortó a esa altura de la jornada.
La Gobernación bonaerense fue la sede de las negociaciones y también del conflicto por las listas. Allí se congregaron Kicillof, Máximo Kirchner y Massa, y también los representantes que ellos designaron para las conversaciones que se dieron durante toda la semana pasada para intentar acuerdos. El ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco; Katopodis; los legisladores camporistas Facundo Tignanelli y Emmanuel González Santalla; el diputado massista Rubén Eslaiman y el director del Banco Provincia y también massista Sebastián Galmarini conformaron esa mesa de negociación.
El diálogo había volado por los aires por el desacuerdo en las principales secciones electorales, la primera y la tercera. El kicillofismo y el camporismo daban versiones contradictorias sobre la falta de entendimiento.
Los leales al gobernador remarcaban que La Cámpora quería encabezar en la tercera sección (Mayra Mendoza era el nombre camporista para la región), pero subrayaban que la mayoría de los intendentes de esa circunscripción están alineados con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio que articuló el gobernador. “Muy prepotentes”, calificaba a los camporistas un hombre que juega para Kicillof en la interna.
En el camporismo, el argumento central de la ruptura era que había un desacuerdo dentro de las filas del gobernador por el liderazgo en las mismas secciones. “El problema a esta hora es el MDF. La primera y la tercera las encabeza Axel. Y no se ponen de acuerdo. Hay ‘team testimoniales’ y ‘team no testimoniales’. [Gabriel] Katopodis versus [Federico de] Achával, [Verónica] Magario versus [Mariano] Cascallares”, indicaban el sábado por la noche, al filo del cierre del plazo legal para inscribir las candidaturas ante la Junta Electoral provincial, que vencía a las 24.
Si bien las conversaciones no se suspendieron de modo total, porque los dirigentes seguían en La Plata a la espera de un acuerdo que salvara la coalición, el clima se había enrarecido y las acusaciones se multiplicaban y derramaban sobre los armados de los distritos, que en muchos casos se habían cerrado.
Un intendente kicillofista del interior provincial que ya el jueves tenía definida su nómina de concejales masticaba bronca y había decidido dejar inscripta la lista local que había anudado, más allá de la pelea en la conducción provincial. “Armé la lista en paz. La voy a dejar así. Es un problema de primera y tercera, que se arreglen entre ellos, que no jodan a toda la provincia. Se hubieran peleado antes, no cuatro o cinco horas antes del cierre”, afirmó a LA NACION el jefe comunal.
En muchos distritos se habían alcanzado acuerdos para las listas de concejales, que el sábado por la noche tecleaban ante la posibilidad de ruptura del frente a nivel provincial.
En paralelo a la falta de entendimiento en las secciones electorales, están los conflictos municipales que impidieron listas en común. Había frentes abiertos por las candidaturas distritales en Morón, Moreno y Avellaneda.
En Morón, el enfrentamiento entre el intendente Lucas Ghi y el exintendente Martín Sabbatella se mantenía sin solución. El jefe comunal evaluaba desde la tarde del sábado presentar una lista corta, mientras que en el sabbatellismo subrayaban que el conflicto no tenía solución posible a nivel local y quedaba en manos de la estructura provincial, que estaba a punto de estallar.
En Moreno, los integrantes del Movimiento Derecho al Futuro le reclamaban a la intendenta local, Mariel Fernández, que les permitiera participar en la lista de concejales. A Kicillof lo representa en ese distrito su ministro de Trabajo, Walter Correa. La intendenta Fernández es una de las vicepresidentas del PJ nacional, aliada clave de Cristina y Máximo Kirchner.
En Avellaneda, distrito que gobierna Jorge Ferraresi, uno de los principales impulsores de Kicillof, tampoco había acuerdo. El jefe comunal está enfrentado con La Cámpora a nivel municipal. La agrupación de Máximo Kirchner tiene como referente en Avellaneda a Emmanuel González Santalla.