Después de unas intensas semanas en Turquía junto a la China Suárez y Mauro Icardi, los chicos volvieron a casa. Rufina Cabré y sus hermanos, Amancio y Magnolia Vicuña, aterrizaron en la Argentina cargados de regalos, experiencias y momentos que seguramente quedarán en la memoria.
El regreso no fue en soledad. Los tres llegaron acompañados por su abuela materna, Marcela Riveiro, y la pareja de ella, quienes los escoltaron en este tramo final del viaje. En el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, alguien muy especial los esperaba: Benjamín Vicuña.
Visiblemente ansioso, Vicuña no dudó ni un segundo en acercarse y abrazar a sus pequeños Magnolia y Amancio con fuerza. Fue un instante cargado de emoción y ternura que, como era de esperar, no pasó desapercibido para las cámaras ni para quienes transitaban por el lugar.
Las imágenes de ese reencuentro comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, y los usuarios se detuvieron en ciertos detalles. Rufina, por ejemplo, llevaba en su equipaje de mano dos muñecos Labubu de color rosa, uno de los accesorios más buscados del momento. Amancio, en tanto, llegó con una valija de Spiderman, homenaje a uno de sus superhéroes favoritos.
EL GESTO DE RUFINA CABRÉ CON SUS HERMANOS ANTES DE DEJAR EL AEROPUERTO
La postal de Vicuña recibiendo a los más chicos estuvo rodeada de flashes, turistas curiosos y la lógica ansiedad por salir del lugar. El actor intentó acelerar el paso para evitar que siguieran filmando, pero en medio de esa dinámica se coló un momento que derritió a todos.
Cuando ya estaban por retirarse, Rufina -la hija mayor de Nicolás Cabré– se despidió con rapidez. Fue entonces cuando Benjamín le pidió con ternura: “Dale un beso a la hermanita”. Sin dudarlo, la adolescente se inclinó hacia Amancio, lo miró y le dijo: “Chau, Aman”, antes de fundirse en un abrazo profundo con él.
Esa breve interacción, simple pero repleta de cariño, despertó una lluvia de comentarios en redes. Muchos destacaron cómo Rufina se comportaba como una verdadera madre con sus hermanos, cuidándolos y acompañándolos con un amor que se nota a simple vista.
A pocos minutos de la medianoche, el video ya circulaba por todas las plataformas. Las imágenes confirmaban lo que las palabras apenas pueden describir: la calidez de un reencuentro familiar, el lazo inquebrantable entre hermanos y ese instante en el que, por un momento, el aeropuerto entero quedó en pausa para observar un gesto de amor puro.