Un grupo de productores de toda la provincia se reunió con autoridades judiciales y de la División Policial Rural e Islas y Ambiente Rural (Priar) para abordar la confección de un plan para la lucha contra el abigeato, flagelo que significa un gran problema para la región.
«SOMOS TODOS
PARTE»
Al respecto, el productor bufalero Guillermo Tovo, en comunicación con el medio local, Radio Bella Vista, expresó que «lo que queremos recalcar es la unidad y el compromiso de trabajo que tenemos, porque somos todos parte». «Creo que es el primer eslabón para obtener resultados positivos en esto. Los conocemos a los bandidos, tenemos que ponerle nombre y apellido, hacer la denuncia y contagiar a los productores para que vean resultados», indicó.
El productor destacó que los últimos dos allanamientos, solicitados por la Fiscalía y autorizados por la Jueza interviniente, arrojaron resultados positivos: «Eso demuestra el esfuerzo del productor al denunciar con nombre y apellido, el trabajo de la Priar en conjunto con el fiscal y la política de Estado».
«El bandido va a tener que cambiar de actividad o estar dispuesto a la sombra tras las rejas», expresó Tovo, y comentó que «no tenemos por qué seguir permitiendo que esto pase». «Acá estamos mostrando una forma de trabajar seria, no desde reclamos mediáticos en redes sociales, sino con medidas concretas y trabajo en equipo», advirtió.
Por su parte, el fiscal Alfredo Muth valoró el encuentro y subrayó la importancia de la participación activa de los damnificados: «Estoy muy conforme con la reunión. El señor Tovo me invitó y es quien más compromiso tiene con la Fiscalía y el Jefe de la Priar».
MÁS ALLÁ DE
LAS REDES
SOCIALES
«Hoy en día muchos productores hacen reclamos en redes o medios, pero en realidad deben asumir un compromiso mayor», expresó el Fiscal. Agregó, además, que «no alcanza con denunciar que se perdió un animal; hay que poner nombre y apellido y aportar elementos a la Justicia».
Tovo también reflexionó sobre la magnitud del problema y sus consecuencias sanitarias: «Claramente hay animales que uno no puede precisar que le faltan, esa es la realidad. Muchas veces se descubre cuando se analizan las faenas, y esa es otra cuestión a remarcar: la carne robada va a parar a algún lado, a un centro de ventas o al mercado informal, con los riesgos sanitarios que eso implica. Son animales faenados en condiciones inadecuadas, sin cadena de frío. Si no hubiera quien compre, no habría quien robe».
CONCLUSIÓN
La reunión dejó en claro que la lucha contra el abigeato requiere unidad, compromiso y acción conjunta entre productores, fuerzas de seguridad y la Justicia, dejando de lado la queja aislada y apostando a un trabajo coordinado que ya comienza a dar resultados.
