El promedio de los estudios más recientes da una ventaja de apenas 2,2 puntos a favor de Milei. Pero será clave el presentismo y cómo se comporten los indecisos. Por ahora, se mantiene una fuerte polarización. Y está claro que, mientras las caras visibles de la oposición sean Cristina, Máximo, Grabois o Massa, el gran beneficiario es el Gobierno nacional, que alienta la centralidad de la ex Presidente en beneficio propio. Kicillof, que clama por una nueva canción que vuelva a enamorar, terminó siendo el único de los gobernadores que se sumó a la movida de La Cámpora y del sector del PJ que se movilizó hasta San José 1.111, intentando rememorar, sin éxito, la histórica jornada del 17 de octubre de 1945.
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A principios de año, el equipo «violeta» llevaba 10 puntos de ventaja y, aunque faltaban meses para terminar el campeonato, nada hacía presumir que su triunfo en octubre corría riesgo. Pero a una semana del final, la distancia con su máximo rival, el equipo «celeste», se redujo a sólo dos unidades; por lo que la resolución de la historia aún está abierta y, por aquello de que elecciones son elecciones, a esta altura nada puede descartarse.
Así, con lógica deportiva, podría resumirse la carrera electoral entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria. El Gobierno arrancó 2025 en un clímax en las encuestas y se perfilaba como el gran favorito para las legislativas nacionales de este domingo 26.
Pero algunos errores políticos, más la decisión clave del peronismo de competir unido en la Provincia, derivaron en un escenario inestable, con incertidumbre económica, que abre muchas dudas sobre el resultado en las urnas.
Antes de que comience la veda para publicar pronósticos electorales, Clarín analizó en un informe especial: qué dicen los últimos 10 estudios nacionales. Que, aunque aportan precisión de números, no despejan la incógnita.
Según estos trabajos, La Libertad Avanza mantiene en promedio una ventaja de 2,2 puntos sobre Fuerza Patria: 37,1 por ciento contra 34,9. Una brecha que queda englobada en lo que se conoce como margen de error. Es decir, si bien el favorito sería el oficialismo, sólo por el desvío estadístico, de acuerdo a estas mismas encuestas, el ganador podría ser el peronismo.
Los estudios se hicieron, claro está, luego del aplastante triunfo del PJ en la provincia de Buenos Aires, en los comicios locales del 7 de septiembre. Ese resultado, inesperado, no por el triunfador, pero sí por la diferencia, marcó un antes y un después que hay que ver cómo se trasluce el próximo domingo.
En la oposición se ilusionan con que las derrotas políticas en el Congreso, más la inestabilidad del dólar que aceleraron el pedido de ayuda a Estados Unidos desemboquen en otra caída del Gobierno, ahora a escala nacional.
En la Casa Rosada, en cambio, creen que esa alerta bonaerense funcionará como un despertador para los votantes blandos de Javier Milei (básicamente los que habían optado por Patricia Bullrich en la primera vuelta de 2023 y se sumaron al libertario en el balotaje) que se ausentaron en varios comicios provinciales y ahora podrían darle un nuevo crédito al Presidente.
CON NÚMEROS PARA TODOS LOS GUSTOS
Con la lógica de estas dos hipótesis fueron apareciendo en las últimas semanas encuestas con números dispares. Un estudio de las firmas La Sastrería y Trespuntozero, que le da más de 6 puntos de ventaja a Fuerza Patria y uno de CB Consultora Opinión Pública que asegura que el Gobierno lleva la delantera por 4,9 puntos.
El resto quedó en el medio. Allí aportaron sus números las encuestadoras Isasi-Burdman, Rubikon Intel, Proyección, Management & Fit, Udesa, RDT, Atlas Intel y Trends.
De las 10, sólo dos sondeos ubican a Fuerza Patria arriba. El mencionado de La Sastrería y Trespuntozero (46,2 por ciento a 40), y uno de RDT Consultores (36,4 por ciento a 35).
Los otros ocho ubican a La Libertad Avanza al frente. El más extremo, como se adelantó, es el de CB (37,1 por ciento a 32,2). ¿Los demás? Trends 42 por ciento a 38; Atlas Intel 39,8 por ciento a 35,6; Management & Fit 39,6 por ciento a 34; Rubikon Intel 34,6 por ciento a 32,2; Proyección 36,4 por ciento a 34; Isasi-Burdman 35 por ciento a 34.
En el caso de la Universidad de San Andrés (Udesa), si bien publicaron una diferencia de 5 puntos para los libertarios (31 por ciento a 26), por la gran cantidad de indecisos que mantenían (21 por ciento), más 11 por ciento de «nulos/blanco/no votó», casi que merece un tratamiento aparte.
El tema del ausentismo y cómo se comporten los que hoy responden «no sabe/no contesta» resultará clave. En las 10 elecciones provinciales de este año, la apatía para ir a votar perjudicó en general al Gobierno.
El dato fue muy claro en la provincia de Buenos Aires, donde asistió apenas el 61 por ciento de los electores: el peronismo mantuvo su cantidad habitual de votos (unos 3,7 millones), pero al haber muchos ausentes de otras fuerzas le sirvió para llegar a 47 por ciento.
El Gobierno central confía en que los datos de las encuestas que anticipan una mayor afluencia de votantes el próximo domingo, lo termine beneficiando. Recuerdan lo que ocurrió entre las Paso y la primera vuelta presidencial de 2019, cuando Macri-Pichetto lograron acortar la amplísima diferencia que les habían sacado los Fernández. Derrota digna.
Polarización
Volviendo al promedio de los últimos 10 estudios nacionales, más allá de la pelea en la punta, lo que marca es (otra vez) una fuerte polarización. La ilusión de una tercera vía moderada debería seguir esperando.
Es la propuesta que encarna media docena de gobernadores, bajo el sello de Provincias Unidas. Las apuestas más fuertes se concentran en Córdoba, Mendoza y Chubut, con la dupla Schiaretti-Llaryora, más los mandatarios Pullaro y «Nacho» Torres como figuras centrales. Pero ni siquiera está claro que puedan ganar allí. Como ocurrió con el antecedente de Somos en los comicios bonaerenses, donde se presentan estas variantes se rompe la polarización extrema, pero no les alcanzaría para triunfar.
Las encuestas en Córdoba, por caso, muestran un escenario complicado para Schiaretti. Se trata de un distrito muy anti K, lo que beneficiaría a La Libertad Avanza en la lógica de la grieta. Y, si bien el candidato de Fuerza Patria se arrastra en un dígito, la variante peronista de Natalia de la Sota (impulsada por el massismo) perjudica a Schiaretti en la búsqueda de la victoria.
En el promedio total, Provincias Unidas llega a 5,6 puntos. Un número que lo pone en una pelea marginal con el Frente de Izquierda (llega a 3,1 por ciento), más que en una discusión real de poder como pregonan sus dirigentes. El sueño de poner un presidente en 2027, por el momento, parece lejano.
