Un argentino viajó a Asia para buscar paz en un templo budista y desapareció

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El último contacto con Sergio Gabriel Vaca fue un mail que envió desde Laos en 2022. La familia ya denunció el caso ante Cancillería e Interpol.

Un mail enviado desde el sudeste asiático hace casi tres años fue el último contacto que Sergio Vaca tuvo con su familia. Desde entonces, no hay rastros de cordobés de 51 años y este martes Interpol lanzó una alerta amarilla para intentar dar con su paradero.

En diálogo con Canal 2 de Carlos Paz Vivo, Eliana Vaca contó que su papá les avisó a ella y a su hermano que se iba a Asia para hacer un retiro espiritual. Les advirtió que podía haber un corte en las comunicaciones, pero prometió retomar el contacto en el plazo de un año.

En ese último correo electrónico que mandó, Sergio aseguraba estar en un monasterio de Laos trabajando como intérprete y que necesitaba “buscar paz”.

“Él dijo que como máximo en un año iba a volver a comunicarse, pero ya pasaron casi tres y no sabemos nada de él”, relató angustiada su hija, que ahora enfrenta otro dato más desconcertante: Cancillería Argentina informó que no hay registros de que haya ingresado a Asia.

Contradicciones y una pista que se desvanece

La preocupación creció cuando, revisando los mensajes junto a una amiga, Eliana detectó contradicciones en los relatos de su padre. En algunos mails decía estar en una oficina, en otros en un monasterio. Hablaba de ir primero a Camboya y después a Laos, pero las fechas y las descripciones no coincidían.

El golpe más duro llegó hace pocas semanas: “Según las investigaciones que hizo Cancillería Argentina, no habría registros de que mi papá haya entrado a Asia. Eso nos dejó helados”, explicó la joven, que ahora espera una confirmación oficial de Interpol.

“Parece de película, no le encuentro explicación a nada de esto”, confesó Eliana, que sin embargo no baja los brazos en su determinación por encontrarlo.

La joven pidió que la información circule entre la comunidad de viajeros, por si alguien lo vio o tiene algún dato. “Si alguien se lo cruzó, que me contacte por redes”, insistió.

La denuncia y las dudas sobre el monasterio

Eliana y su hermano ya radicaron la denuncia en Cancillería argentina e Interpol. Él lo hizo en Córdoba, a través de la Policía Federal, y ella por mail desde Brasil, donde vive actualmente.

En los grupos de Facebook de argentinos en Tailandia, Vietnam, Camboya y Laos, Eliana buscó pistas. Pero una alerta la hizo dudar: “En ese supuesto lugar donde él dice que estaba, no existen monasterios budistas”, advirtió.

El misterio de los mails y el pedido de ayuda

Eliana explicó que los mails de su papá tenían una IP, pero rastrearla es muy difícil. “En las últimas comunicaciones, él indica cosas específicas, todo lo sentimental y lo mal que estaba, entonces era claramente él”, aseguró.

Después, intentaron volver a comunicarse a ese mail, pero ya no existía. “Nos daba error. Yo le seguí mandando mensajes, no le llegaban. Le mandé mensajes a otro mail y tampoco”, lamentó.

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