La exención 65/20 permite que ciertos solicitantes de la ciudadanía de Estados Unidos queden excluidos de algunos requisitos estándar del examen de naturalización. A este grupo de personas se les concede el beneficio de tener que estudiar solo 20 de las 100 preguntas de civismo que se utilizan para administrar la prueba.
Según las pautas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés), los solicitantes que tengan 65 años o más al momento de presentar su solicitud de naturalización, (Formulario N-400) y hayan sido residentes permanentes de EE.UU. por al menos 20 años, aplican para la exención.
Para este grupo en particular, Uscis elaboró una serie de 20 preguntas totalmente en español para que las personas interesadas en rendir el examen puedan estudiarlas, y son las siguientes:
A los solicitantes que califican para una consideración especial se les administran formularios específicos: aunque existen un total de 20 preguntas posibles, solo se seleccionan diez de ese grupo de forma aleatoria.
Si la persona responde correctamente al menos seis de ellas, se aprobará la sección de civismo del examen. Este enfoque facilita el proceso para los solicitantes mayores, lo que asegura que puedan cumplir con los requisitos sin dificultad.
En los casos generales, Uscis indicó que si un solicitante desaprueba alguna parte del examen de inglés o de educación cívica, el oficial programará una nueva fecha para que el pretendiente se presente para volver a rendir. Esta reexaminación se llevará a cabo entre 60 y 90 días después de la evaluación inicial.
Por otro lado, y en caso de que el solicitante no apruebe alguna parte del examen de naturalización por segunda vez, el funcionario deberá rechazar la petición con base en que no cumple con los requisitos educativos básicos de Estados Unidos.
Los solicitantes exentos no necesitan tomar el examen completo de inglés (lectura, escritura y conversación). La prueba de civismo puede realizarse en su idioma nativo y esto les da una gran ventaja, ya que muchas personas mayores pueden tener dificultades con el inglés, sobre todo si vivieron en EE.UU. durante mucho tiempo sin aprenderlo de manera fluida.