Los salarios y la inflación se estancan y frenan el rebote del consumo

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Con los salarios y la inflación amesetándose, la recuperación del consumo continuará siendo moderada. Este es el diagnóstico de la Fundación Capital para este año, que estará atravesado por la negociación con el Fondo Monetario y por las elecciones legislativas.

La proyección que maneja la Fundación es que en 2025 habrá una mejora del consumo privado del 4,2% interanual, lo que implica que se sostendrá levemente por debajo del 2023.

«El incremento del poder adquisitivo en la segunda parte del 2024 fue parcial (-5,1% vs. noviembre de 2023), a lo que se suma una política salarial más dura en 2025, con las autoridades priorizando la desinflación», indica el informe.

Al analizar indicadores adelantados del consumo, como la recaudación de IVA DGI y el rubro “Comercio” del Estimador Mensual de Actividad Económica se evidencia cierto camino de recuperación desde los mínimos alcanzados durante la primera parte de 2024. Sin embargo, «aún resta camino para llegar a los niveles vistos antes de las elecciones primarias del 2023, con ambas variables ubicándose entre un 4,2% y 4,6% por debajo de los valores promedio de enero-julio de 2023, respectivamente».

«No obstante, este avance continúa siendo muy heterogéneo. Mientras que los indicadores de bienes durables muestran un repunte más significativo, los de consumo masivo continúan presentando alertas».

Por un lado, el mejor desempeño del poder adquisitivo de las familias de mayores ingresos, en conjunto con el fuerte crecimiento del crédito, estarían explicando el mayor dinamismo en el consumo de durables. En sentido contrario, la magra evolución de los ingresos en los sectores de menor poder adquisitivo, sumado a la recomposición de precios de servicios, limitó el consumo de productos cotidianos, de mayor peso en la canasta de las familias de menores ingresos.

Entre los bienes durables se destacan los patentamientos de autos y motos que alcanzaron valores máximos desde 2018 (aunque aún 30% y 40% por debajo de ese año, respectivamente). Por su parte, las ventas en centros comerciales recuperaron los niveles de noviembre de 2023 ya a mediados del año pasado, con un aumento del 11% frente a ese período. Por último, la venta de electrodomésticos también evidenció una mejora, si bien pareciera haber alcanzado una meseta en niveles menores a los del primer semestre de 2023 (-13%).

«En definitiva, el consumo se ha venido recuperando, aunque sin volver de forma generalizada a los niveles promedio de 2023. Hacia delante, su dinámica dependerá en parte de la evolución de los ingresos de las familias vis a vis la evolución de la inflación», plantean.

Salarios retrasados

En detalle, el salario real del sector registrado tanto público como privado aún se ubica un 5,1% por debajo del nivel de noviembre de 2023.

Hasta enero pasado, el promedio de las negociaciones paritarias se ubicó por encima del ritmo de los precios (2,5% mensual vs. 2,2% el IPC), si bien ya para febrero y marzo rondan el 1,8% mensual, con registros de inflación aún sin quebrar el 2%. De hecho, en febrero la inflación se ubicó en el 2,4% mensual (núcleo 2,9%), en torno al registro promedio de los cuatro meses previos (2,5% entre octubre y enero y 2,8% la núcleo).

«Nuestra estimación para el 2025 es neutra a ligeramente positiva para el sector privado registrado, con un sector público que continuaría con subas limitadas a pesar del año electoral. De esta forma, hacia fin de año, el salario promedio del sector registrado quedaría aún 4,5 puntos por debajo del promedio de 2023″, apuntan.

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